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Formación militar básica

Comienzan los nervios de verdad. Incertidumbre, dudas, ¿preparativos?... La recomendación es: Mentalízate y déjate llevar, nada más. Cuando sepas que has sido seleccionado para ser formado como Aspirante a RV, asume que vas a participar de las Fuerzas Armadas: Equilibrio físico y mental, y disposición de servicio. El Ejército te proveerá todo lo necesario. Ya te irán haciendo saber lo que haga falta. Todo lo demás que quieras hacer (comprar, buscar, contactar...), sobra. Sobra. De verdad que sobra.

La información sobre la FMB se publica en la Convocatoria. Como orientación, podemos decir que habitualmente, esta formación han sido dos semanas, en las fechas fijadas en la Convocatoria (Si ya has sido RV o militar profesional anteriormente, la duración será menor). Cada Ejército tiene una fecha distinta. Es presencial, en un centro de formación militar (cada Ejército en un lugar diferente). Es un periodo de instrucción militar propiamente dicha. TODO lo que se les enseña a los alumnos de Tropa durante meses, condensado en dos semanas. Que a nadie se le vaya la cabeza, porque es verdad que prácticamente se tocan todos los palos, y resulta muy emocionante, pero mantengámonos en nuestro lugar. Hasta un aspirante a oficial RV, siempre sabrá menos de la milicia que un soldado raso profesional. Pero a pesar de eso, sí, es una experiencia muy especial que solo podrás vivir en las Fuerzas Armadas, disfrútala todo lo que puedas. Además, dado el perfil de las plazas RV que salen, difícilmente vas a volver a hacer en toda la vida, algunas de las actividades que se realizan en la FMB, ni siquiera en tu destino militar.

En un cuartel, en régimen de internado, con alojamiento y manutención incluidas. Todo el día uniformado, haciendo mucho "orden cerrado" (disponerse en formación y desplazarse sin romperla), y con clases tanto teóricas como prácticas, de cosas propias de un Soldado. Las clases y actividades suelen ser en la jornada completa de mañana y media tarde. 

Fuente de la imagen: Flickr
¿Hay que estar en forma física? Preferiblemente sí. Lo vas a vivir más a gusto si tienes un nivel físico saludable. Si tu forma es baja, no pasa nada. Acabarás más cansado, te costará más, pero conseguirás seguir el ritmo y a ello contribuirán los instructores. Si estás objetivamente mal de forma, este no es tu sitio, y no porque te vayan a echar, ni porque lo que hay que hacer sea imposible, sino porque no te vas a encontrar bien tú mismo. Por otro lado, también pueden hacer controles médicos y analíticas. De hecho algo harán fijo. En las FAS la tolerancia con las drogas es cero, así que si no queréis que la aventura termine pronto, no os metáis en esto si esta cuestión es una limitación.

Al centro de formación puedes ir por tus propios medios, o si lo prefieres puedes hacer el trámite que tu Ejército te ofrecerá para ir en transporte público (si el centro está en una provincia distinta a la de tu residencia, y solo una ida en la fecha de inicio y una vuelta en la fecha de finalización), ojo, desde/hasta donde se pueda llegar en tren o autobús de larga distancia (y avión para las islas), el resto corre de tu cuenta. Te llegará la información, y dudas con esto se resuelven en tu Subdelegación de Defensa. Ver apartado "Desplazamientos, alojamiento, dietas".

En el acuartelamiento estás casi todo el tiempo haciendo cosas, y debes permanecer en él todo el tiempo. Alguna tarde después de la formación si se termina temprano pueden ofrecer "paseo", y ya tú decides si te vale la pena o no, vestirte de civil y desplazarte a la población más próxima a ver o hacer algo, sabiendo que tienes que estar en el cuartel de vuelta a la hora necesaria para volver a uniformarte y estar en el punto de encuentro a la hora de entrada al comedor para la cena. O bien permanecer en el cuartel estudiando, duchándote más tranquilo, arreglando tu taquilla, llamando a la familia, enviar un email de trabajo, tomarte algo en la cantina... Como quieras. Aparte, el viernes es viernes. Te puedes quedar, irte y volver para la cena, irte y no volver hasta el día siguiente, irte y no volver hasta el domingo... Siempre que los instructores así lo planteen (habitualmente es así) y con su conocimiento. Eso sí, el domingo para la cena hay que estar.

En este periodo conocerás a gente increíble con la que te apetecerá estar todo el tiempo y hacer cosas juntos, ya iréis planeando y organizando en función de como vayan transcurriendo las cosas. Además, por el perfil de las plazas de RV que salen, habrán varios que destacarán como auténticos especialistas y expertos en las materias más variadas. También puede haber el típico obsesionado con el mundo militar... que al contrario de lo que pudiera pensarse en un principio, posiblemente no sea el compañero más indicado para esta vivencia. Sobre el Ejército hay muchos prejuicios y el principio de autoridad, que existe, se confunde con otras cosas, y nada que ver. Es uno de los ambientes más abiertos y tolerantes y respetuosos (percibido y exigido) en el que te puedes mover. Los instructores también suelen ser personas de una enorme calidad humana con experiencias vitales asombrosas. Intenta hacer un paréntesis de tu vida cotidiana y vive esta experiencia con las menores ataduras del exterior posible. Agradecerás haber ido a la FMB con esa predisposición.

Sobre la dieta, os van a alimentar bien, porque no vais a parar. Hay adaptación de las comidas por motivo de alergias o intolerancias alimentarias médicamente justificadas y por razón de credo. No así dietas específicas por otros motivos (vegetarianos, etc.)

¿Qué hay que llevar? Lo que te llevarías a un fin de semana en Lisboa (por ejemplo), jabón para 15 días y un candado de combinación (sin llave). Ni más ni menos. No te lleves nada más porque te arrepentirás. Nada más. Nada. Si en tu promoción hace falta llevar algo más, ya te lo informarán previamente. Si surge algo necesario imprevisto, darán tiempo de sobra e indicarán cómo conseguirlo.

Los instructores son militares profesionales con experiencia militar, que además son docentes y gente, en general, con una capacidad de trato especial. Se dedican habitualmente a formar a cientos de jóvenes al año y excepcionalmente se prestan a formar a personas con una trayectoria vital que se presentan voluntariamente a servir en las FAS. La formación está adaptada al perfil de los participantes y no es igual que la de los chavales, por el propio comportamiento de personas adultas, pero no es en absoluto descafeinada. Muy importante, ir con actitud de respeto a TODO el personal del centro de formación, incluso a otros posibles alumnos que pudiera haber.

Fuente imagen: diariodeburgos.es
A muchos les sorprende de la vida militar, el escrupuloso tacto, cuidado y exquisito respeto. Todo es correcto y suficiente, sin excesos. Destaca una profunda neutralidad y respeto absoluto.

La gestión del número de alumnos es al estilo militar. Existe plena integración de todos los aspirantes en todo y hay una correcta separación por sexos en lo necesario. Es sorprendente la sobriedad de las instalaciones e infraestructura y sin embargo la dignidad de la que se revisten en su organización y uso. En el Ejército de Tierra, por ejemplo, los dormitorios son barracones comunes con literas y taquillas formando camaretas (donde haréis amistades de por vida) y sin embargo en el Ejército del Aire en otras promociones, el alojamiento ha sido en habitaciones dobles con baño. En cualquier caso, como mínimo tendréis lo necesario y desde luego no será esto lo que determinará si te vas a decidir a intentar esta aventura o no.

Y no damos más detalles, porque es algo que hay que vivir, y mejor hacerlo sin ideas preconcebidas. Simplemente, aparte de toda la vivencia y connotaciones emocionales y personales, no olvidemos que para las FAS esto no es más ni menos que un periodo formativo, en el que se harán evaluaciones teóricas (exámenes), prácticas (puntuaciones en pruebas y ejercicios) y también se evaluará tu propia actitud. No te agobies porque todo va fluyendo, una persona normal que se haya implicado normalmente en lo que se le haya ido diciendo (fase por correspondencia incluida), normalmente no va a suspender. Pero también es cierto que quien más se prepare, mayor puntuación va a recibir. Y a quien objetivamente esté allí para pasar el rato e incordiando, le van a invitar a marcharse más pronto que tarde.

La Formación Militar Básica termina con la Jura de bandera de la promoción. Si las distancias y circunstancias lo permiten, es muy recomendable que vengan ese día familiares o gente cercana (de lo que hay que informar al centro de formación, ya os dirán allí cómo). Tras la jura, os podéis ir directamente, o tras el almuerzo. Si no os podéis ir hasta el día siguiente, tenéis que advertirlo en el centro de formación desde el principio. Os podéis ir con los familiares que hayan ido (si se esperan un rato a que todo quede recogido), con compañeros, solos con vuestros recursos, o con el medio de transporte que previamente hayáis concertado con vuestra Subdelegación de Defensa. A algunos les hace mucha ilusión irse vestidos de militar, pero salvo que los instructores hayan indicado lo contrario, no es en absoluto recomendado, ya que es incorrecto hacerlo así. Somos civiles en periodo de formación militar, no militares. Y a pesar de eso, desde que comience la FME y mientras mantengamos esta condición, estamos sometidos a las normas y régimen disciplinario militar. Cuidado.

A casa volverás, al menos, con un petate con el equipamiento básico del soldado, que incluye, por supuesto, suficientes prendas del uniforme de campaña completo, con su ropa interior. Pero lo más grande será la vivencia, que te marcará para siempre.


Algunas semanas más tarde, tendrá lugar (si no has solicitado posponerla un año) la Formación Militar Específica FME.